ACERCA DE MI /
























Hola! Mi nombre es Isabel De Gregorio. Muchos me dicen Isa o Chabe. Nací en Curicó, Chile, y mi infancia la viví en esa hermosa y apacible ciudad. Fui la única mujer entre mis hermanos, (tengo tres) y solo tengo bellos recuerdos de aquellos tiempos. Mi papá se llama Fernando, y gracias a él, todos en nuestra casa disfrutamos desde siempre del dibujo, de los cómics, de los álbumes de monitos y de la pintura. 

En un mundo lleno de pinceles, temperas, lápices de colores, plumones, y hojas de block, es difícil restarse. Las paredes siempre tenían dibujos hechos por nosotros, la mesa del comedor mostraba manchas imborrables de tempera y látex, y mi casa era lo más parecido a un taller de arte. Fue el paraíso desde el principio (aunque a mi muchas veces me daba vergüenza llevar amigos a la casa).

Mi papá por muchos años diseñó las carteleras del cine de la UC, hacía maravillosos letreros ¡a mano! de los espectáculos que llegaban a la ciudad, o algún letrero de alguna tienda o panadería nueva, y tenía cientos de miles de moldes de letras con diferentes tipografías sacadas del Mecanorma y recortadas de acuerdo a sus necesidades de tamaño y estilo.

Para qué decir de sus libros de "recortes". Lo más parecido a un Pinterest de hoy en día. Cortaba de diarios y revistas cualquier dibujo, diseño o composición tipográfica interesante y lo pegaba en un gran libro de clases usado. Coleccionando así muchos tomos que siempre amaba hojear. Y además, como profesor de arte, nos incentivaba a participar de cuanto concurso de pintura hubiese. Así siempre obtenía premios junto con mis hermanos que también rescataron el talento artístico de mi padre. En una oportunidad todos fuimos premiados en el mismo concurso!

En la escuela, siempre fui la dueña del diario mural. Las profesoras me dejaban esa tarea y yo era feliz. Creo que cuando pequeña tenía infinitamente más imaginación de la que ahora tengo. En aquellos tiempos hacía cosas increíbles, a veces en tercera dimensión y siempre me superaba a mi misma. Ya en media, con una compañera, también diseñadora hoy en día, nos mandaban a hacer los escenarios de las fiestas del colegio, que eran muy masivas, y siempre era la mejor manera de escabullirme de clases. Dibujando y pintando.

No sé si siempre quise estudiar diseño, pero la verdad, no puedo olvidar mi casa, mi entorno y mis creativos hermanos como inspiración, gracias a ello disfruto dibujar, pintar e inventar cosas; como por ejemplo las tarjetas del día del padre o de la madre. Siempre tenían detallitos que a mi me parecían increíbles a los ojos de una niña, y soñaba algún día trabajar diseñando las tarjetas Village o las Agendas Pascualina. Alucinaba con ellas.

Además mi hermano Fernando estudiaba en ese tiempo Arquitectura en Santiago y mi hermano Juan Pablo, Diseño en Chillán, y siempre llegaban contando sus encargos de taller que me parecían fabulosos. No me quedaba otra. Creo que era lo mío.

Salí del colegio y me matriculé en la carrera de Diseño en Comunicación Visual en la UTEM de Santiago. Y durante toda mi trayectoria en la universidad, disfruté lo que hacía. ¡Me gustaba todo! La ilustración, editorial, tipografía etc. Todo en su conjunto para mi era y es maravilloso, un mundo inmenso por descubrir, y millones de proyectos interesantes en los cuales poder zambullirme.

Luego de egresar, debía buscar pre práctica, y con mi sueño intacto de niña, fui varias veces a Village y Pascualina pero no pasó nada. En varias oportunidades insistí en ambas. Pero jamás me llamaron. Terminaba haciendo las pre prácticas en imprentas que hacían talonarios de boletas y calendarios. Jamás me tocó diseñar algo. 

Pero para la práctica profesional volví a insistir. Y tampoco me llamaron. Ya resignada, tuve que buscar otro lugar X donde hacerla, en ese lugar me presenté y me dijeron que empezaba ese mismo lunes. Pero, al poco rato de confirmar que sí, me llaman de Pascualina, y es ahí donde comienza mi vida laboral.

Lo que viene después está en mi Currículum. Lo importante creo, es como llegué hasta aquí. Para mí conservar mis sueños de niña es lo que me mueve. Quiero y deseo sentirme siempre como cuando tenía 8 años, feliz de hacer las cosas solo porque me gusta y moverme de un lado para otro buscando nuevos desafíos que me ayuden a crecer y aprender.

Total, para eso estamos en este mundo, o no Madrecita?
Saludos a todos!

Isa :)

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